Otra vez encontrarnos, el tiempo pasó pero las emociones siguen intactas, los recuerdos vuelven a ser presente y que placer me da pensarlo!
Con la idea de encontrarme, vine a San Marcos Sierras, un pueblo hermoso de Córdoba. Ahí conocí a Rómulo y Matías que tocaban en los bares, nos empezamos a juntar a tocar y pronto me di cuenta que estaba con dos grandes músicos y, con ellos empezamos a dar forma de canciones a las cosas que tenia para contar.
Todo muy bueno, pero nos faltaba un batero para ser una banda, estuvimos tocando un tiempo con Superman Troglio, al que agradezco mucho, pero las distancias no ayudaban a la hora de los ensayos. Aun no se como ni por qué me encontré a Pablo en una terminal de ómnibus me contó que era batero y me pasó su teléfono. Al poco tiempo lo llame y lo invité a zapar. Fue en ese momento que nos sentimos en banda, todos de distintos palos creando algo nuevo. Los días pasaban y los temas empezaron a sonar. LQF soltaba la idea y yo comencé a fantasear con este reencuentro.
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